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Medidas 3×2 cm
La purpurita es una piedra poderosa y calmante, con un alto nivel de energía. Le ayudará a meditar, a relajarse en su vida diaria, pero también a acceder a su ser interior.
El piedra purpurita se sabe que desarrolla la función cerebral. Al aportar una protección psíquica energética, ciertamente alimenta el cerebro. Se le han atribuido propiedades de alivio del estrés. El mineral calma los nervios, quita la ansiedad y la preocupación de las vidas de sus seguidores. Simboliza la libertad y la iniciación. En el chakra original, sus vibraciones están asociadas con la hematita. Purifica y da energía a la sangre. También estabilizará los niveles de ácido úrico. Colocado cerca del punto inicial donde aparecen los síntomas en uno mismo y activándolo con un cristal, sería efectivo contra los trastornos de la piel. Psíquicamente, la purpurita trae calma y bienestar. Asociada con los chakras de los centros de energía de la cabeza, desarrollará su espiritualidad y le liberará del mundo material. Con un cristal de diamante Herkimer en meditación, facilitará el ascenso de la Kundalini.
La purpurita difunde un tono púrpura gracias a sus vibraciones. Meditando, estimulará nuestro 7º chakra. Nos ayudará a ser plenamente conscientes de nuestras habilidades, liberará nuestros miedos para actuar y nos ayudará a convertirnos en maestros de nuestras aspiraciones espirituales. Sin embargo, tenga cuidado, el mineral en bruto puede manchar la ropa. La purpurita es una de las más puras del rayo púrpura. Ofrece una purificación de nuestros campos de energía. Limpiando nuestro campo áurico y manteniéndolo alejado de las entidades negativas, libera energía protectora. La energía de la “Luz” entra en nuestro ser. Las barreras psicológicas que nos mantienen encadenados a las rutinas se hacen visibles. Nos anima a ir más allá y a liberarnos. Gracias a ello, somos capaces de amar lo desconocido y enfrentar el futuro con facilidad. La purpurita es capaz de hacernos conscientes de nuestros pensamientos negativos y liberarnos de ellos. Esta piedra purpurita del “Yo Real” despierta el deseo de reclamar nuestro poder y usarlo para propósitos justos y honorables para todos.
La purpurita combate las placas visibles en la piel cuando la piel se coloca directamente sobre la herida en sí misma. Ciertamente regula los niveles de ácido úrico de forma natural. También es capaz de estimular la glándula endocrina pituitaria y desarrollar habilidades extrasensoriales. Se sabe que mejora la circulación sanguínea y purifica la sangre.